Tierno Galván fue uno de los pocos políticos que han destacado por su labor en el panorama musical. El 21 de enero se cumplieron 20 años del sentido funeral de Enrique Tierno Galván, 1918-1986, una de las figuras políticas y sociales más importante durante la transición española. Fue alcalde socialista de Madrid desde 1979 hasta 1986. En su corta etapa como mayor responsable de la ciudad dio un nuevo rumbo a la capital de España. Fue la etapa de transición tras la muerte de Franco y la gente, en especial los jóvenes, reivindicaban a través de la cultura todo lo que a sus generaciones anteriores les había negado el franquismo. Tierno Galván apoyó todas las propuestas de los jóvenes que había estudiado profundamente desde un punto de vista sociológico , los cuales apoyaron esta cultura aparentemente alternativa para causar una falla, corte o desconexión entre la sociedad postfranquista y la sociedad de la democracia; se aprovechaba así para vender en el extranjero como moderno o abierto a la modernidad un país antaño denigrado como anacrónicamente fascista y que en muchos aspectos estructurales seguía siéndolo. Gracias a su labor hizo posible que "la movida madrileña" supusiera un antes y un después en la historia de la música y la cultura española.
Durante los años de la transición, Madrid vivió un fenómeno único que no sólo abarcaba a los artistas del país sino también a muchos otros extranjeros, principalmente argentinos. Fueron años de noches sin dormir, de reivindicaciones, de drogas y alcohol, de la España del cambio y la libertad, de rock y de cultura y de un alcalde que reunió en su funeral a millón y medio de madileños agradecidos por su política abierta a cambios y especialmente dedicada a escuchar y apoyar las ideas de los jóvenes. Su funeral fue tan sentido que Televisión Española corto sus emisiones aquel 21 de enero de 1986 para retransmitirlo en directo a todo el país.
Durante los años de la transición, Madrid vivió un fenómeno único que no sólo abarcaba a los artistas del país sino también a muchos otros extranjeros, principalmente argentinos. Fueron años de noches sin dormir, de reivindicaciones, de drogas y alcohol, de la España del cambio y la libertad, de rock y de cultura y de un alcalde que reunió en su funeral a millón y medio de madileños agradecidos por su política abierta a cambios y especialmente dedicada a escuchar y apoyar las ideas de los jóvenes. Su funeral fue tan sentido que Televisión Española corto sus emisiones aquel 21 de enero de 1986 para retransmitirlo en directo a todo el país.